“Congreso educativo”, fue el nombre de fantasía que la actual conducción multicolor de SUTEBA Quilmes eligió para lanzar a distintos candidatos electorales de todos los partidos que integran la bolsa de gatos multicolor. Uno de políticos en campaña que habló en el teatro municipal fue el integrante del MST y legislador porteño Alejandro Bodart. En estos días nos enteramos que, aprovechando la distracción de las
fiestas navideñas, acaba de estafar y dejar sin empleo ni máquinas de trabajo a varios cooperativistas quienes lo denuncian en este video y judicialmente.
En su extraña estrategia hacia - digamos - el socialismo, el MST (Alterntiva docente y por supuesto, CTA Autómata de Micheli) ya había dado muestras de no tener ningún asco a la hora de aliarse políticamente con la oligarca y golpista Sociedad Rural, infaltable aliada a su vez de todas las dictaduras, el menemismo y cualquier proceso político que responda estrictamente a los intereses de las clases dominantes de nuestro país.
Durante la disputa de la 125, Vilma Ripoll y los suyos jugaron de monigotes de Hugo Biolcatti y Luciano Miguens, reclamando junto a ellos la anulación de las retenciones y defendiendo los intereses de los grandes exportadores de granos que se la llevan en pala. A Ripoll se la vio caceroleando encantada en Plazo de Mayo junto a lo peor de las clases acomodadas porteñas, la noche en que Julio Cobos desempató en favor del bloque agro – garca.
La debacle política resultó en sangría de militantes. En consecuencia, parece ser que ahora el MST (tribuna docente) no encuentra otra salida que apelar a prácticas clientelares que reproducen la peores tradiciones políticas de la derecha, metiéndole la mano en los bolsillos a compañeros que sólo piden por un puesto de trabajo y que el legislador – invitado a “dar cátedra” en SUTEBA Quilmes – devuelva las máquinas que se llevó una noche de navidad.
En su extraña estrategia hacia - digamos - el socialismo, el MST (Alterntiva docente y por supuesto, CTA Autómata de Micheli) ya había dado muestras de no tener ningún asco a la hora de aliarse políticamente con la oligarca y golpista Sociedad Rural, infaltable aliada a su vez de todas las dictaduras, el menemismo y cualquier proceso político que responda estrictamente a los intereses de las clases dominantes de nuestro país.
Durante la disputa de la 125, Vilma Ripoll y los suyos jugaron de monigotes de Hugo Biolcatti y Luciano Miguens, reclamando junto a ellos la anulación de las retenciones y defendiendo los intereses de los grandes exportadores de granos que se la llevan en pala. A Ripoll se la vio caceroleando encantada en Plazo de Mayo junto a lo peor de las clases acomodadas porteñas, la noche en que Julio Cobos desempató en favor del bloque agro – garca.
La debacle política resultó en sangría de militantes. En consecuencia, parece ser que ahora el MST (tribuna docente) no encuentra otra salida que apelar a prácticas clientelares que reproducen la peores tradiciones políticas de la derecha, metiéndole la mano en los bolsillos a compañeros que sólo piden por un puesto de trabajo y que el legislador – invitado a “dar cátedra” en SUTEBA Quilmes – devuelva las máquinas que se llevó una noche de navidad.
